Si las personas solo ven su trabajo como completar una tarea simple, o seguir ciegamente las órdenes de alguien, se llenarán de apatía y aburrimiento. Sin embargo, si las personas ven su trabajo como una parte importante e integral para ayudar al equipo u organización a lograr una meta valiosa, su trabajo adquiere un significado completamente diferente. La clave de esta diferencia es que todos tengan la misma visión clara para el equipo u organización.
Una visión es simplemente una imagen de un futuro deseado. En otras palabras, una visión es una descripción vívida de dónde se desea ver la organización en algún momento en el futuro. Una de las características principales de todos los equipos y organizaciones de alto rendimiento es un compromiso claro y compartido con una meta o una visión específica para el futuro.
Una de las mejores metáforas para ayudar a entender este concepto de visión es un puzzle. Un puzzle es una imagen que se corta en una serie de piezas. Imaginemos a cada miembro del equipo como una pieza del puzzle. Es imposible ver la imagen total con sólo ver una pieza. De hecho, es difícil incluso adivinar dónde encajaría la pieza en el puzzle sin poder ver toda la imagen. Sólo al poder ver el puzzle completo es cada persona capaz de entender dónde encaja en la imagen total y en qué función en la organización. Cuanto más clara sea la imagen del puzzle completado, más fácil será armar el puzzle colocando las diversas piezas en la posición correcta. Cuanto más clara sea la visión para su equipo u organización, más fácil será para los miembros del equipo trabajar juntos para completar esa visión.
Los grandes líderes están totalmente enfocados en su visión. Piensan en ello de día y sueñan con ello de noche. Centrarse continuamente en la visión induce a la acción. Tanto los líderes organizacionales como los miembros del equipo deben entender e interiorizar la visión de la empresa. Lo que separa a los líderes eficaces de los mediocres, o de la falta de liderazgo en absoluto, es una visión claramente definida y compartir esa visión con los miembros de la organización. Es crucial que todos los miembros del equipo sientan la emoción y el potencial de la visión y estén totalmente comprometidos con ella. El papel del líder es desarrollar en los miembros del equipo motivación por la visión de la organización.
Cuando los miembros del equipo entienden y comparten plenamente la visión, dedican todo el poder de su potencial al futuro de la empresa. La visión es el don de ver claramente las posibilidades. La Visión expande nuestros horizontes. A medida que aumenta la competencia en el mundo de los negocios, las organizaciones se enfrentan a cambios constantes. Un cambio significativo es la desintegración, la reducción y el aplanamiento de las organizaciones. Las empresas se dan cuenta de que ya no pueden darse el lujo de tener jefes y supervisores cuyo único trabajo es vigilar a los trabajadores.
En el mundo de hoy, los miembros del equipo deben desempeñar y producir resultados sin ser administrados o supervisados de cerca. Para competir con éxito en el siglo XXI, los líderes deben crear ideas que guíen y guíen a la gente en lugar de vigilarlas constantemente para asegurarse de que estén funcionando. Todo esto comienza con una visión clara, emocionante e inspiradora para la organización.