Conocimiento e información.
Cada campo está cambiando. Diariamente se desarrollan nuevos métodos, tecnologías y enfoques. ¡Ahora se predice que la cantidad de información en el mundo se duplica cada cinco a siete años! La información valiosa que posee hoy puede volverse obsoleta mañana. La información y el conocimiento son abundantes. Hay literalmente millones de diferentes fuentes y proveedores de información. Aunque el conocimiento y la información son fundamentales para que los miembros del equipo sean productivos, son los más fáciles de obtener. La tarea difícil es localizar e identificar la información correcta en el momento adecuado. La clave es aclarar la información y el conocimiento específicos que cada miembro del equipo necesita y luego ponerlos a su disposición.
Habilidades y Comportamientos.
La organización, la comunicación, las ventas y la gestión del tiempo son habilidades de eficacia personal que pueden perfeccionarse mediante la formación adecuada. La formación puede ser informal o formal. Puede tener lugar en segmentos breves o en un período de tiempo prolongado. Puede ser en el sitio de trabajo o en otro lugar. Puede ser realizado por un líder, por un departamento de capacitación organizacional o por un especialista externo. El tipo de formación debe adaptarse a las necesidades y personalidades de las personas involucradas.
Metas, actitudes y motivación.
Las organizaciones gastan enormes sumas de dinero en enseñar nueva información y mejorar habilidades a través de la capacitación de sus empleados. Desafortunadamente, la mayoría de las organizaciones descuidan el área más importante del crecimiento personal: las metas, las actitudes y los factores motivacionales de los miembros del equipo. Las personas pueden tener acceso a cantidades ilimitadas de información, pueden haber recibido capacitación en todas las habilidades imaginables, pero si sus metas son defectuosas o poco claras, si sus actitudes son negativas o improductivas, o si falta su motivación, la enorme inversión de tiempo, la energía, y el dinero no servirá de nada. La información y las habilidades son solo la punta del iceberg. Al igual que un iceberg, hasta el 90 por ciento del potencial de una persona se encuentra debajo de la superficie, oculto a la vista. En última instancia, el éxito de una persona está determinado por su enfoque en metas claramente definidas, una actitud entusiasta y una motivación convincente. Una persona que tiene estas cualidades siempre encontrará la información y desarrollará las habilidades necesarias para tener éxito. Sin estas cualidades, el conocimiento y los talentos de una persona se deterioran y se desgastan al igual que un músculo no utilizado se debilita sin un uso constante y regular.